Dom. Dic 1st, 2024
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• El objetivo es usar lubricación para frenar el avance de la osteoartritis y ayudar en el proceso quirúrgico oftalmológico por cataratas

 

Con apoyo de la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación (SECTEI), el Instituto Nacional de Rehabilitación Guillermo Ibarra Ibarra (INRGII) desarrolla investigaciones biomédicas y tecnológicas de vanguardia dirigidas a personas con alguna discapacidad motora o visual, especialmente por osteoartritis o cataratas, condiciones comunes en la población adulta mayor.

 

El proyecto forma parte de los trabajos se deriva de una convocatoria que abrió la SECTEI y se realiza en el marco de la Red ECOS de Ciencia, Tecnología e Innovación que integran instituciones de educación superior e investigación, así como institutos nacionales de salud, entre ellos, el INRGII.

 

Los avances ofrecerían terapias más eficaces, así como allanar el camino hacia tratamientos personalizados de precisión, enfocados a la población más vulnerable de nuestra sociedad.

 

“El impacto de las enfermedades discapacitantes en el adulto mayor en México es muy elevada, y sus causas son multifactoriales”.

 

Por esa razón el INRLGII, prevé hacer un diagnóstico temprano y proveer un tratamiento oportuno. La idea es vivir saludablemente el envejecimiento, dijo el doctor Carlos Pineda Villaseñor, director general del Instituto.

 

Según el INEGI, de la población total de México —126 millones en 2020— 5.7% registró algún grado de limitación o discapacidad física o mental (EAP_PersDiscap21.pdf (inegi.org.mx).

 

Destacan las dificultades para caminar y ver como las más frecuentes.

 

La estrategia actual para atender la osteoartritis contempla la terapia farmacológica, con la que se busca reducir la progresión de la enfermedad, así como la fisioterapia y la cirugía de reemplazo. En estos casos, el resultado reflejó mejoría. El padecimiento puede dañar cualquiera de las articulaciones, aunque es más común en manos, rodillas, caderas y columna vertebral.

 

En lo que respecta a las cataratas, la solución es satisfactoria a través de un procedimiento quirúrgico en el que se extrae el cristalino dañado y se sustituye con un lente artificial.

 

En el caso de las discapacidades motoras, el doctor Alberto López Reyes, investigador del INRGII, busca viscosuplementos que reduzcan la fricción, la inflamación, el desgaste y la degeneración del cartílago.

 

“Con el proyecto ‘Potencial terapéutico de un viscoelástico de origen natural en enfermedades que generan discapacidad motriz y visual’, nuestro objetivo es usar la lubricación para frenar el avance de la osteoartritis y ayudar en el proceso quirúrgico oftalmológico. Esta estrategia es un acercamiento curativo que busca mejorar la calidad de vida de los pacientes”, aseveró López Reyes, doctor en Ciencias.

 

Previo a esta línea de investigación, el científico y su equipo de colaboradores estudiaron la osteoartritis desde el punto de vista genético. Encontraron innumerables cambios en los genes que podrían influir en su funcionamiento, lo que infiere que la enfermedad sea multifactorial.

 

“Nuestra terapia innovadora se distingue de la farmacología tradicional, porque emplea un viscoelástico natural que contiene flavonoides, polifenoles y propóleo, entre otros compuestos, capaces de aliviar el estrés y la inflamación, así como de eliminar células envejecidas para restaurar tejidos dañados”.

 

Este enfoque novedoso ya tuvo un reconocimiento internacional, al ganar el Premio de Innovación PANLAR en 2021 y, actualmente, está en trámite de patente ante el IMPI.

 

“En el campo oftalmológico, señaló el investigador, hemos trabajado con miofibroblastos limbo corneales sin activarlos celularmente. Hoy, nos enfocamos en estudiar la inflamación para confirmar la inocuidad del compuesto y su potencial curativo o, al menos, su capacidad para frenar la progresión del daño”. El doctor Carlos Pineda resaltó el valor del proyecto, y refirió que aún queda camino para finalizar la investigación, sobre todo en la etapa preclínica; expresó su satisfacción de que el Instituto albergue un proyecto de tal importancia, gracias al respaldo de la SECTEI.

 

En especial, aludió al laboratorio de Gerociencias, donde colaboran las doctoras Gabriela Martínez Nava y Laura Martínez Gómez en el área de bioinformática y bioestadística, así como el doctor Carlos Suárez Ahedo en los procesos quirúrgicos.

 

 

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